A pesar de los controles y de la ley seca en algunas ciudades del país, la cifra de fallecidos continúa creciendo. Allanan bodegas y licorerías.
Los fallecidos por alcohol adulterado con metanol en el país alcanzan los 48, mientras que los confirmados por intoxicación se elevan a 187, informó el ministerio de Salud Pública.
La última muerte se registró en Napo, detalló un comunicado.
Desde el pasado 14 de julio empezaron a registrarse muertes a causa del alcohol adulterado, cuyo principal foco fue la provincia de Los Ríos, en la que fallecieron 20 personas por esta causa y poco a poco se extendió por varias zonas del país.
Además, se registró otra defunción por alcohol adulterado en Pichincha; diez en Azuay, once en Tungurahua, una en Bolívar, otra en Cañar, además de una en Manabí y dos en el Guayas, y una más en Napo. El foco del alcohol adulterado proviene de una distribuidora del Guayas y el producto se comercializó por dos vías: en el caso de Los Ríos por ‘aguardiente sin embotellamiento’, mientras que en Tungurahua se mezcló con frutas y se vendió a través de productos envasados, ‘pero sin registro sanitario’, indicó el oficio.