Muy temprano en la mañana, Jenny llega a su lugar de trabajo en la Avenida Diego de Vásquez y Bellavista, junto al mercado de La Ofelia, en donde vende periódicos y revistas.
Con una sonrisa en el rostro atiende a cada uno de su clientes, que la tratan con familiaridad y enorme aprecio.
Mientras se acomoda en su asiento, cuenta que siempre ha vendido periódicos, pues sus padres también se dedicaban a esto.
Desde hace quince años trabaja independientemente. “Antes hacía recorrido en la calle, pero es mejor tener un puesto; éste es de mi papá”, comenta.
Las personas iban y venían y sus frecuentes ventas interrumpían la entrevista. Pero Jenny no dejó de relatar sus experiencias como voceadora de periódicos. El sector donde trabaja es considerado ‘Zona Roja’, pero que a pesar de ello no se amilana en permanecer en su puesto. Pues ya es conocida, incluso por los antisociales que deambulan por el lugar y hasta le cuidan.
Aunque también contó que en dos ocasiones dejó a sus hijos encargados del lugar y les robaron la mercadería.
Sus actividades inician a las 6 de la mañana y concluyen a las 3 de la tarde, de domingo a viernes. Diariamente pude ganar alrededor de 15 dólares, sólo por la venta de periódicos.
Ella no se queja de los sacrificios que tiene que realizar, pues su mayor satisfacción es ver crecer a sus hijos y poder apoyarlos en sus estudios.
“Gracias a Dios este trabajo me permite vivir y educar a mis hijos. He podido salir adelante con mi familia” concluyó