Habitantes de la ciudad japonesa de Nagasaki conmemoraron este martes el 66 aniversario del bombardeo atómico perpetrado por Estados Unidos sobre esa ciudad en 1945, acción que costó la vida de mpas de 100 mil personas. En esta oportunidad, la fecha fue recordada con un llamado a reemplazar la energía nuclear por la renovable.
Como en oportunidades anteriores, a las 11:02 horas locales (02:02 GMT) sonaron las campanas en el Parque de la Paz de Nagasaki, donde el segundo ataque nuclear de la historia mató de forma instantánea a unas 70 mil personas.
Tres días después del bombardeo nuclear sobre la también japonesa ciudad de Hiroshima, Estados Unidos lanzó a 500 metros de Nagasaki la bomba Fat Man.
En la conmemoración de este año, por primera vez, estuvo presente un representante estadounidense; el encargado de negocios de la embajada norteamericana en Japón, James Zumwalt, quien acompañó al primer ministro nipón, Naoto Kan, en el acto junto a miembros de las legaciones diplomáticas de otros 45 países.
El alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, se refirió en su Declaración por la Paz al accidente en la central nuclear de Fukushima, averiada tras el devastador sismo y posterior tsunami registrados en Japón en marzo pasado.
Taue se refirió a la incredulidad que le produjo que tuviera lugar un accidente nuclear en su país, cuyo compromiso ha sido “no más hibakusha”. (como se conoce en Japón a las víctimas de la bomba atómica).
La primera autoridad de Nagasaki también pidió el fin de la proliferación nuclear a los países poseedores de armas nucleares y urgió al Gobierno japonés a esforzarse por promover este objetivo y aplicar medidas de alivio que se correspondan con la realidad de los supervivientes de la bomba atómica, muchos de ellos ancianos.
El número de supervivientes de la bomba atómica reconocidos oficialmente por la ciudad era el pasado marzo de 40 mil 908, con una edad media de 76,8 años.