Jue. Sep 19th, 2024

Un pretendiente había sido condenado a sufrir la misma pena que infligió a su víctima y sólo ella podía pedir que se le conmutara

La presión internacional ha logrado que Ameneh Bahramí, una mujer iraní a la que un pretendiente despechado dejó ciega al arrojarle ácido a la cara, renunciara en el último momento a la Ley del Talión. De acuerdo con la legislación iraní, el responsable de tal atrocidad, Majid Mohavedí, había sido condenado a sufrir la misma pena que infligió a su víctima y sólo ella podía pedir que se le conmutara. Bahramí solicita a cambio que el agresor la compense con 150.000 euros para financiar totalmente su tratamiento médico.
“Durante siete años he tratado de conseguir que se cumpla la ley del Talión, pero he decidido perdonarle”, ha declarado Bahramí según la agencia semioficial Isna. La mujer ha dado a entender que el revuelo internacional despertado por su caso había pesado en su decisión. “Daba la impresión de que todo el mundo estaba esperando a ver lo que hacíamos”, dijo.
Bahramí, de 32 años, perdió la vista en 2004, cuando Mohavedí, despechado porque había rechazado sus propuestas de matrimonio, le destrozó la cara al atacarla con ácido. El agresor fue detenido y, cuatro años después, un tribunal le condenó a ser privado de la vista, en aplicación del bíblico ‘ojo por ojo y diente por diente’ que la interpretación iraní de la sharía mantiene literalmente.
“Todo estaba listo, pero Ameneh le ha perdonado cuando estábamos a punto de ejecutarla”, anunció el fiscal general de Teherán.

Piedad para el brutal agresor

La severidad de la condena, que preveía que un médico echara unas gotas de ácido en ambos ojos de Mohavedí, desató una campaña de Amnistía Internacional y otras organizaciones de Defensa de los Derechos Humanos.
Las autoridades suspendieron la ejecución el pasado 14 de mayo, sin explicar los motivos y, desde entonces, han presionado a Bahramí para que perdonara a su agresor.

Por kochoa