Las familias afectadas por un ataque con explosivos atribuido Farc, esperan que una intervención social y económica del Estado.
El ataque se produjo en los municipios de Corinto y Toribío, en el departamento colombiano del Cauca.
Uno de los damnificados, explicó que se trata de la quinta vez que un ataque de este tipo destroza las viviendas de la localidad, además sostuvo que en las oportunidades anteriores el gobierno colombiano no los había ayudado para nada.
Así mismo no hay quien se interese por comprar casas o terrenos en el municipio de Toribío, por el temor que genera el conflicto en la zona.
Por su parte, el líder indígena local, Feliciano Valencia, sostuvo que en la zona no sólo las fuerzas insurgentes de las FARC se apropian de sus viviendas y terrenos, sino también la Policía y el Ejército en su esfuerzo por controlar el lugar.
Valencia denunció así que el ejército colombiano instaló una trinchera, prácticamente, en la puerta de su vivienda.
Los damnificados han pedido que, tanto como la insurgencia como el Gobierno no continúen propiciando más muertes y depongan las armas. Pues la localidad se ha convertido en una zona de guerra y sus habietnantes en objetivos militares.