Según el último informe del Banco Central del Ecuador, el crecimiento económico del país en el primer trimeste del año, ha crecido en un 8,63%, debido al consumo de los hogares y el aumento de la inversión extranjera. Las cifras pueden ser verdaderas, pero en la realidad de los ecuatorianos, el panorama es disitinto. Miles de niños aún no pueden acceder a la salud y la educación. Tampoco el salario básico puede sobrellevar los gastos de una familia promedio.
Lo que no se ha tomado en cuenta, es que una cosa es que ingrese más dinero al país y otra muy diferente es que tenga una equitativa distribución. El incremento no habría dependido del petróleo, pero también es cierto que miles de barriles de crudo están comprometidos con China.