Un error le costó la vida a un joven albañil contratado por una empresa quiteña. El obrero no contaba con el equipo de seguridad.
Un hecho fatal enluta la cuna de una humilde familia capitalina. Uno de sus miembros con apenas quince años de edad, obligado por la presión de su padrastro, pidió trabajo en una contratista anexa a la Empresa Metropolitana de Agua Potable, EMAAP-Q, para realizar trabajos de limpieza en un colector.
La muerte lo rondaba, pues sin completar su primera hora de trabajo, el joven cayó a la profundidad del estancamiento, muriendo de contado.
Compañeros de trabajo contaron que el inexperto obrero, no había usado cuerdas de seguridad para realizar la labor. Lo que provocó que tambaleará y sin manera de sujetarse, caer al colector.
Por su parte, la empresa municipal, a través de su vocera, Isabel Iturralde, indicó que el trabajo de menores de edad es una delito.
Por lo que la contratista deberá responder por los daños ocasionados a la familia del joven, además de explicar las razones por las que decidió anexar a su equipo de trabajo, a un adolescente.
“En el contrato de prestación de servicios, se estipula claramente que el personal de la empresa, debe contar con los respaldos legales para su contratación. Si no cumplen con este estamento, la prestación de servicios será cancelada”, indicó Iturralde.
“Además, deberá cubrir los gastos mortuorios del menor y pagar una indemnización económica a su familia”, concluyó.
El cuerpo del menor fue llevado a la morgue.