Jue. Sep 19th, 2024

Hace 18 años la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 15 de mayo como el ‘Día internacional de la familia’ reconociendo la importancia de ésta para el desarrollo integral de las personas, concibiéndola como el medio natural y pilar estratégico para el fortalecimiento del capital humano de toda sociedad.

Esta unidad básica de la organización social donde se forman y relacionan inicialmente los seres humanos es plenamente reconocida por las legislaciones de todos los países, correspondiéndoles al Estado y a la sociedad su protección como un mecanismo para garantizar el ejercicio y construcción de una ciudadanía basada en un enfoque de derechos.

Sin embargo, el derecho de crecer en una familia, refrendado en la propia Constitución Política del Estado, es uno de los más vulnerados en el mundo entero, la imposibilidad de crecer y desarrollarse en un entorno familiar es el drama cotidiano de miles de niños y niñas, quienes al no contar con este espacio de protección y seguridad son considerados ‘ciudadanos de segunda clase’, pues ligada a esta situación se halla implícita la estigmatización que la propia sociedad fomenta al invisibilizar o discriminar a este segmento de la población víctima de la orfandad o el abandono.

Por ello el Día Internacional de la Familia debiera significar una autoevaluación nacional de los resultados logrados en materia de políticas sociales creadas con el objetivo de promover el progreso social, mejorar los niveles de vida de la población, orientar los instrumentos sobre derechos humanos hacia planes y programas destinados a proteger a las familias, promover campañas de fortalecimiento de las mismas en todos los niveles; y finalmente promover la igualdad de responsabilidades del hombre y la mujer en el entorno familiar; tal como establecen los objetivos formulados para la instauración de esta fecha internacional.

En este sentido es que la inclusión y participación de las familias y la comunidad en su propio desarrollo supone un proceso de autoreconocimiento de su importancia para el ejercicio de los derechos; pues al ser ésta un núcleo principal de desarrollo se convierte en el espacio ideal para promoverlos o garantizar su cumplimiento. Es decir, que mientras las políticas, planes o proyectos no contemplen una verdadera transformación en el enfoque de trabajo, las experiencias no serán transferibles ni los resultados sostenibles en el tiempo.

La celebración del Día Internacional de la Familia es una oportunidad en todo el mundo para que las familias demuestren su solidaridad y reflexionen sobre cómo mejorar la relación entre todos sus miembros.  El día puede llegar a ser un poderoso factor de movilización en favor de la familia en todos los países que aprovechen esa ocasión para demostrar su apoyo a las cuestiones que la atañen de la manera más idónea para cada sociedad. La celebración del Día Internacional de las Familias constituye también una valiosa ocasión para que las familias demuestren su solidaridad con vistas a mejorar su bienestar. Asimismo, esta celebración ofrece la oportunidad de ahondar en el conocimiento de los procesos económicos, culturales, sociales y demográficos que afectan a la familia.Estas consideraciones generales sobre el tema deben ser también parte de la reflexión de los propios gobiernos para identificar en las necesidades de las familias indicadores de pobreza, exclusión y discriminación, pues en este espacio donde todas las transformaciones sociales y económicas – y su efectos – se visibilizan de manera más clara.

Por kochoa