Una minicrisis se produjo en el Gabinete de Rafael Correa, a tan solo ocho meses de cambios en su equipo de ministros, luego de la sublevación de policías y militares del 30 de septiembre.
El presidente Correa negó ayer que la razón sea el estrecho triunfo que, según datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), registra hasta el momento el «Sí» en la consulta popular, en la que el presidente apostaba a ganar por una goleada de 7 a 1.
El primero en confirmar su salida fue Alfredo Vera, ministro del Interior, aunque dijo no conocer las razones. «Yo no renuncié y el presidente no tiene que darme explicaciones», dijo Vera a periodistas. Vera asumió el cargo en diciembre pasado en lugar de Gustavo Jalkh, quien fue designado secretario particular de Correa luego del 30-S.
El primer mandatario informó ayer que José Serrano deja la cartera de Justicia para encargarse del Ministerio del Interior y lo reemplaza Johana Pesántez, hasta ayer asesora del secretario jurídico del Régimen, Alexis Mera. Stalin Vera fue nombrado ministro de Agricultura en lugar de Miguel Carvajal, quien pasa al cargo de viceministro de Desarrollo Rural de esa entidad.
Y, pese a que aún falta por escrutar un 40% de actas de la consulta popular, Correa designó ayer a también Paulo Rodríguez, actual director del Registro Civil, como su delegado en la comisión tripartita que reemplazará al Consejo de la Judicatura y se encargará de reestructurar y depurar el sistema judicial, como se plantea en la pregunta 4 de la consulta popular. El presidente analiza otros cambios y los daría a conocer hoy, se informó.