Durante la Consulta Popular los vendedores informales aprovecharon la masiva concurrencia de ciudadanos a los recintos electorales para ampliar sus ganancias. Es el caso de Rosa Morales, vendedora informal que durante la jornada cívica se dedicó a la venta de los tradicionales ‘churos’, un plato típico de la gastronomía nacional. Mientras Morales voceaba sus productos, a las afueras de la Escuela Tarqui, en la parroquia de Calderón al norte de la ciudad, dos policías metropolitanos se acercaron para solicitarle que se retire inmediatamente del lugar. Ante la negativa de la mujer, los oficiales empezaron a forcejearla para que les entregue la mercadería. Tras algunos minutos de discusión, los gendarmes la tomaron violentamente de los brazos, le quitaron el balde donde estaban sus productos, y la subieron a empellones a una camioneta perteneciente a la policía municipal.
El hecho causó la indignación de los testigos, quienes inmediatamente rodearon el vehículo y solicitaron a los gendarmes que suelten a la mujer.
Finalmente, los municipales la dejaron libre, pero le quitaron la mitad de su mercancia y la arrojaron al suelo. La mujer entre lágrimas, bajó del vehículo y continuó con sus actividades indicando que ya no resiste trabajar así.
