La mayoría
de personas que migran, tienen la ilusión de encontrar un empleo que les ayude a sustentar sus necesidades, pero no siempre tienen éxito. Esta es la historia de Fabian, un compatriota que viajó hace seis años con su eposa y su hija, que en ese entonces solo tenía seis meses. La suerte no lo acompañó, pues pasó alrededor de dos años y medio sin encontrar trabajo fijo. En esta ocasión, compartirá con nosotros su experiencia.
«Como muchos otros ecuatorianos, toqué muchas puertas en busca de empleo y no conseguí algo estable y lo que ganaba, no me alcazaba para nada. Una gran responsabilidad recaía sobre mis hombros, pues tenía una esposa y una hija que cuidar
Mi hermano Víctor, que vivía en España, me convenció de que siga sus pasos y me ofreció su ayuda. Me entusiasmé y decidí hacerlo. Entonces arreglamos nuestros papeles y nos fuimos.
Estaba lleno de ilusión, pues prácticamente, pensé que esa oportunudad iba a ser la solución a todos mis problemas, pero no fue así.
Por más que busqué trabajo, las puertas no se me abrían. Encontraba ocupaciones ocasionales, recogiendo brócoli o haciendo oficios de carpintería, de vez en cuando. Habían meses en que no me salía nada y no recibía ni un centavo. Si no fuera por la ayuda de mi hermano, mi familia habría pasado hambre.
Estuve dos años y medio en esa situación, hasta que por fin encontré un empleo, limpiando ventanas, en una empresa. Menos mal, en este momento, me encuentro estable.
No tienen idea, la desesperación que sentía a ver que no podía sostener a mi familia, realmente es algo que no le deseo a nadie.
Mi esposa, siempre ha tratado de ayudarme, pero ella ha tenido peor suerte que yo, pues todavía no logra ubicarse. Por el momento, limpia una casa, sólo por pocas horas.
Nos vamos a sacrificar un poco más. De poco en poco queremos ahorrar dinero para comprarnos una casita y un negocio pequeño en Ecuador.
A pesar de que ha pasado bastante tiempo desde que me fui, todavía no me enseño a vivir en otro país. No veo la hora de regresar y estar cerca de las personas que amo».