Lorena, 29 años. El marido de mi hermana, es un perro. Cada que puede le pone los cachos y ella está tontamente enamorada de él y piensa que es el hombre más santo y bueno que ha pisado la tierra. Mis amigas me han contado que lo han visto más de una vez besándose con chicas diferentes. Sé que es verdad, pues una vez, me hizo insinuaciones indecentes y me propuso que tengamos una aventura. Es un tipo muy cínico, finge ser un ángel y se desvive por atender a mi hermana, pues supongo que su conciencia no le deja en paz. Me duele mucho que ella viva engañada, pero no estoy segura de desenmascarar a mi cuñadito. No quiero problemas.
Mi querida Lorena:
No creo que tu hermana viva tan engañada. De pronto ella sospecha algo, pero no te ha dicho nada. Te recomiendo que hables con ella, solo si tienes pruebas. Es la única forma de no meterte en problemas