La calle Portilla, en el barrio San Sebastian, al sur de Quito, luce renovada gracias a las labores efectuadas por la Empresa de Movilidad y Obras Públicas, hace 15 días. Sus moradores están alegres por esta obra, aunque comentan que la inseguridad en el sector sigue imperando.
Carlos Quinchuela, vive ahí desde hace 35 años. Señala que esta vía fue construída en tiempos de la Colonia. Cuenta que en un inicio fue bautizada con el nombre quichua de Chahuarcucho, que en español significa ‘camino angosto’. Isabel Velasco, moradora del lugar, recuerda que a lo largo del tiempo se han hecho modificaciones en esta calle, que han permitido que luzca más atractiva. Por ello, los habitantes piden que este sitio se convierta en un espacio turístico para la ciudad.