Los moradores de Mindo y Pueblo Nuevo, al noroccidente de Quito, comentan con horror como los techos de sus viviendas volaron violentamente durante una tormenta que trajo consigo fuertes vientos, y que además arrasó con los bienes de los pobladores.
América Saltos, habitante de Mindo, cuenta que la lluvia era tan fuerte que el agua del río se desbordó y causó daños en las calles. Esto también lo confirma Hermel Garzón, quien añade que se asustó cuando vió que los árboles se movían de un lado a otro, debido al fuerte temporal, que arrasaba con lo que encontraba a su paso.
La casa de Georgina Ponce estaba cerca del río Mindo, y recuerda como el agua ingresó hasta donde ella se encontraba descansando, llevándose por delante la madera del cerramiento de su hogar.
Al momento, quienes perdieron el tejado de sus viviendas se resguardan bajo los árboles. En estas parroquías, 15 postes de luz fueron removidos y actualmente no existe iluminación en esas zonas.