Sáb. Nov 23rd, 2024

EFE.- Tres policías argentinos fueron suspendidos por su presunta participación en los incidentes que derivaron este domingo en la muerte de un hincha del San Lorenzo en las cercanías del estadio del Vélez Sarsfield, en Buenos Aires, confirmaron hoy portavoces policiales.

La suspensión pesa sobre un oficial y dos suboficiales de la comisaría con jurisdicción en la cancha del Vélez mientras se investiga la muerte Ramón Aramayo, de 36 años, quien falleció tras un choque entre aficionados y agentes de la policía federal, añadieron las fuentes.

Los enfrentamientos provocaron graves incidentes en el estadio y la suspensión del partido entre el Vélez y el San Lorenzo, correspondiente a la sexta jornada de la Liga de la Primera División.

El jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, opinó este lunes que los partidos entre estos dos equipos no deberían jugarse «nunca más» con público, sino «en canchas neutrales» y a puertas cerradas, dado que sus hinchadas «han demostrado que tienen una vocación enorme de que las cosas no salgan bien».

«Quisiera que la ministra (de Seguridad, Nilda) Garré pueda trabajar con las manos libres y a fondo para poder saber exactamente qué fue lo que sucedió. Si es responsabilidad policial, investigarla y sancionar a los responsables», evaluó Fernández en declaraciones a radio La Red.

En tanto, los investigadores de la muerte del hincha buscaban hoy vídeos de cámaras de seguridad en edificios de la zona del estadio José Amalfitani para aportar datos a las pesquisas.

El fallecimiento de Aramayo hizo estallar la tensión que se advertía en el ambiente de las gradas en las que estaban los hinchas del San Lorenzo, luego de que los ultras se enteraran del hecho por medio de un llamado telefónico.

Tras siete minutos de juego, el árbitro Sergio Pezzotta suspendió el encuentro para el que se había convocado a un millar de policías como parte de una fracasada operación de seguridad.

Mabel Flores, la viuda de Aramayo, afirmó que a su esposo le pegaron agentes de la policía que después le dejaron tirado en las cercanías del estadio, por lo que pidió a testigos del hecho que «tengan valor y se presenten a contar la verdad de lo que ocurrió» para que «se haga justicia».

Portavoces policiales, no obstante, reconocieron que el hincha no quiso que le registraran, pero indicaron que igualmente le dejaron seguir camino al estadio pero que a los pocos metros se sentó en la vereda y se desvaneció.

La muerte de Aramayo es la número 183 en la historia del fútbol profesional argentino por hechos violentos, desde los años 30.

EFE

Por ccarrera