Santiago de Chile, 9 mar (EFE).- La policía chilena salió hoy al paso de las acusaciones de discriminación por raza suscitadas por la detención de un ecuatoriano negro en las inmediaciones de la sede del Gobierno, por haber cruzado en bicicleta un semáforo en rojo.
El caso del ecuatoriano Freddy Quiñones ha tenido gran repercusión porque su detención fue grabada por algunos viandantes con sus móviles.
En esas grabaciones se ve cómo los policías lo esposaron de pies y manos y lo retuvieron tendido en el suelo por varios minutos, con el torso desnudo, mientras esperaban la llegada de una patrullera que lo condujera a la comisaría.
La institución policial dijo hoy a través de Twitter que el motivo de la detención fue «la resistencia y negación de identidad» por parte del ecuatoriano Freddy Quiñones.
El general José Luis Ortega, jefe de la zona metropolitana de Carabineros, afirmó que a Quiñones «se le aplicó un control de identidad» porque el sujeto «estaba agitando al resto de la gente que estaba allí».
El presidente de la sección chilena de Amnistía Internacional (AI), Hernán Vergara dijo hoy a Efe que el procedimiento efectuado por la policía fue «muy poco cuidadoso» y «muy desproporcionado».
El Senado chileno acaba de aprobar por unanimidad un proyecto de acuerdo en el que pide al presidente Sebastián Piñera que instruya al Instituto Nacional de Estadísticas para que los afrodescendientes sean contabilizados por primera vez en el Censo de 2012. EFE