Muamar Gadafi afirmó que la aplicación de la zona de exclusión, revela la intensión de occidente de apoderarse de su petróleo. El dictador libio hizo en una entrevista a medios estatales, una exhortación a los libios en la región este del país, para que recuperen el control en mano de los líderes de oposición que se han apoderado del territorio. Las fuerzas leales a Gadafi han estado combatiendo a los rebeldes en la región este, al igual que en varios poblados cercanos a la capital del país, Trípoli, donde el gobierno tiene control total. En la entrevista, el líder libio respondió a los planes estadounidenses y británicos que incluyen el establecimiento de una zona de exclusión de vuelos a fin de impedir que los aviones de Gadafi ataquen a los rebeldes. Enfatizó además que tal medida llevaría a los libios a darse cuenta que el objetivo de los extranjeros es apoderarse de su petróleo y arrebatarles su libertad.
Las fuerzas gadafistas lanzaron un ataque por tierra y aire sobre el enclave petrolero de Ras Lanuf, a unos 350 kilómetros al occidente de Bengasi. La aviación ha bombardeado posiciones rebeldes en la terminal petrolera, cuyas instalaciones, contienen peligrosos depósitos, por lo que su explosión podría causar un desastre de proporciones desastrosas y difíciles de calcular.
Rebeldes libios acorralados
Grupos de francotiradores han tomado las azoteas de muchos edificios y desde esa posición privilegiada siembran el terror al disparar a cualquiera que se atreva a salir a la calle en la ciudad de Zauiya. Las bombas de los caza libios han impactado contra el Ayuntamiento y una mezquita de la ciudad. Gadafi, aislado ante el mundo y atrincherado en Trípoli, aunque aún fuerte en el combate contra los rebeldes libios, propuso a los insurrectos abandonar las protestas a cambio de una fuga honrosa con su botín a cuestas. La respuesta fue negativa.