Kampala, 9 mar (EFE).- La Policía ugandesa disolvió hoy con gases lacrimógenos y fuego real a cientos de manifestantes convocados por la oposición, que pedían en Kampala la anulación de los comicios del pasado 8 de febrero, que según los resultados oficiales ganó el presidente, Yoweri Museveni, con un 68 por ciento de los votos.
Las autoridades habían prohibido las protestas y unidades antidisturbios de la Policía, apoyadas por militares, vigilaban desde la mañana las calles de Kampala y actuaron con contundencia contra los manifestantes, que estuvieron encabezados por dos de los seis candidatos derrotados en los comicios.
Al menos once personas, según dijo a Efe una fuente de la Policía, han sido detenidas durante la jornada acusadas de tomar parte en las protestas contra el régimen de Museveni, que lleva 25 años en el poder, al que accedió en un golpe de Estado y que ha sido reelegido para otro quinquenio.
Todos los opositores han asegurado que el proceso electoral de los pasados comicios fue «fraudulento» y han calificado las elecciones de «farsa» para mantener en el poder a Museveni.
En días pasados, el gobernante afirmó que iba a «aplastar» a quienes se manifestaran contra él y pretendieran «causar el caos o perturbar la paz pública»: «Me los comeré como una empanadilla o un pastel», dijo Museveni.
Inicialmente, los convocantes habían previsto manifestarse pacíficamente en la plaza del Ferrocarril, cerca del Parlamento, pero el lugar estaba ocupado por policías y militares y lo hicieron en otros lugares de Kampala.
Los disparos para disolver a los manifestantes se produjeron cuando un agente retiraba un cartel con la imagen de Kizza Besigye, que quedó en segundo lugar en los comicios pasados y que acusó a Museveni de «robar» las elecciones.
Los manifestantes abuchearon al agente y se produjo un altercado, en el que los policías utilizaron fuego real para hacer huir a los opositores.
Mientras los opositores han defendido que la protesta era plenamente legal y amparada por las normas constitucionales, el ministro de Información, Kabakumba Masiko, insistió que quienes intenten manifestarse serán detenidos.
Los convocantes de las protestas han tratado de tomar ejemplo de las movilizaciones que acabaron con los regímenes dictatoriales de Túnez y Egipto y que se han extendido a otros países árabes.
Algunos Gobierno autoritarios africanos han mostrado su preocupación de que cunda en el continente el ejemplo de los movimientos democráticos de esos países, como es el caso de Uganda y también Zimbabue y Angola.
En Zimbabue, recientemente, la Policía detuvo a 45 defensores de los Derechos Humanos por reunirse para ver un vídeo sobre las revueltas populares de Túnez y Egipto y los acusó de «traición», delito que puede conllevar la pena de muerte en ese país.
Un juez puso en libertad a 38 de los detenidos, pero 7 aún siguen procesados en prisión acusados de conspirar para tratar de derrocar a Mugabe, que gobierna Zimbabue desde la independencia del Reino Unido, en 1980.
La convocatoria por medio de la red social Facebook de manifestaciones en Luanda contra el régimen del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), que gobierna desde la independencia de Portugal, en 1975, hizo reaccionar a las autoridades, que organizaron movilizaciones multitudinarias en defensa del sistema.
Sin citar la convocatoria contra el presidente José Eduardo dos Santos, en el poder desde 1979, dirigentes del Gobierno y del MPLA arremetieron contra quienes, aseguraron, querían perturbar la paz e impedir el desarrollo de Angola, y una veintena de personas fueron detenidas el pasado lunes en conatos de manifestación. EFE