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Manama, 8 mar (EFE).- Varios grupos chiíes partidarios de la línea dura contra el régimen de Baréin anunciaron hoy la formación de una nueva coalición que exige la destitución de la monarquía en el país y su reemplazo por una «república democrática».

El objetivo de la nueva agrupación, compuesta por los partidos opositores chiíes Haq (Justicia), Al Wafa y el Movimiento Libertad de Baréin, con sede en Londres, es aumentar los esfuerzos pacíficos para derrocar al régimen del monarca Hamad bin Isa al Jalifa.

En una rueda de prensa en Manama, el secretario general del Haq, Hasan Meshaina, dijo que la decisión de la coalición, que difiere con lo exigido hasta ahora por la oposición, «se deriva de las demandas efectuadas por los manifestantes en la calle».

«Los jóvenes son los responsables de este movimiento y los apoyamos», aseguró el líder opositor, que alabó la labor de los participantes en las protestas y señaló que no van a interferir en sus decisiones.

La decisión de la nueva coalición se aleja de la posición de los principales grupos de la oposición, que incluye partidos chiíes como Al Wefaq, izquierdistas y panárabes, y que desde el inicio de las protestas el pasado 14 de febrero exigían una monarquía constitucional.

Hasta hoy, la oposición se había centrado en pedir la renuncia del primer ministro, el jeque Jalifa bin Salman al Jalifa, que ocupa el cargo desde hace 40 años, la introducción de reformas constitucionales y que el poder Legislativo lo ejerza un Parlamento independiente votado por el pueblo.

Meshaina, que regresó a Baréin desde su exilio en Londres el pasado 26 de febrero y es uno de los presos políticos que se benefició de un perdón real, no ofreció detalles sobre el tipo de república que querían y si sería un sistema islámico.

El dirigente del Haq también alegó que el Gobierno bareiní está azuzando las tensiones sectarias entre suníes y chiíes para romper el impulso de las protestas.

La oposición bareiní se queja de que el Gobierno ha concedido la ciudadanía a los árabes suníes originarios de otros países para alterar la situación demográfica del reino, donde el 70 por ciento de la población es chií, mientras que la minoría gobernante es suní.

En un intento de sofocar las protestas populares, el rey de Baréin remodeló el pasado fin de semana el Gobierno, lo que implicó la salida de algunas figuras controvertidas y la asignación de nuevas funciones a ministros que ya formaban parte del gabinete.

Sin embargo, esta remodelación ministerial fue calificada de insuficiente por la oposición, que pide una renuncia en bloque del Gobierno antes de participar en el diálogo nacional propuesto por las autoridades. EFE

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