Vie. Nov 22nd, 2024

Más de un mes ha pasado desde que las revueltas en Libia comenzaron. En principio se veían con las mismas consecuencias que tuvieron en Túnez y Egipto, pero tan grande ha sido la necedad de Muamar Gadafi que no le ha importado sacrificar miles de vidas, en el afán de mantener su poder. Varios han sido los llamamientos de organismos internacionales de parar la violencia y las brutales represiones en ese país.  Poco o nada han hecho las radicales posiciones de la ONU y Estados Unidos, pues Gadafi no ha dado su brazo a torcer. Más bien, las fuerzas rebeldes, poco a poco van perdiendo fuerza al enfrentarse a un ejército bien armado y sangriento. Quizá este proceso no evolucione y se ve cada vez más cerca una guerra civil que puede durar años y cobrar miles de vidas más.
Es inaceptable que aún existan líderes que apoyen a Gadafi y solo busquen mediaciones. No se puede dejar en el poder a un hombre sin un poco de humanidad, que prefiera la violencia y la sangre, antes que dimitir  sin problemas.

 

Por adm