El régimen asegura que ha recuperado algunas ciudades y ataca con dureza. Mientras los rebeldes no desisten. La situación en Libia se estanca entre la violencia, la confusión y la desinformación de un régimen que no da por perdida ninguna batalla. Gadafi, que ayer golpeó duramente algunos campamentos rebeldes ha conseguido frenar el avance opositor. Además, ha afirmado en la televisión pública que la revuelta había sido derrotada en Al Zauiya, Misrata, Rus Lanuf e incluso Tobruk, en el extremo este del país. Sin embargo, los rebeldes libios se vieron obligados a replegarse de posiciones avanzadas en el este, pero negaron la caída de ciudades importantes, anunciada por la televisión oficial, que mostraba celebraciones de partidarios del régimen de Muamar el Gadafi.
Insurgentes, de regreso del frente, indicaron haberse retirado de Ben Jawad, a un centenar de kilómetros al este de Sirte, tras combates que según fuentes médicas dejaron al menos dos muertos y 20 heridos. Los alzados contra el régimen cuentan con armas ligeras, ametralladoras, lanzagranadas, y cañones antitanque, pero ese armamento poco puede hacer a la hora de la verdad contra el Ejército.
Reacciones a la mediación
El gobierno venezolano, afirma que tanto el gobierno de Libia como la Liga Árabe están interesados en la idea del mandatario venezolano de crear una comisión para la paz. Sin embargo, el hijo del líder libio, Saif al Islam, y los opositores a Muamar Gadafi, quienes controlan parte del territorio del país, rechazaron la iniciativa venezolana.