El ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Seiji Maehara, renunció al cargo por aceptar un donativo político de un extranjero, lo cual es ilegal en el país nipón. Las acusaciones contra Maehara salieron a flote durante una reunión de la comisión presupuestaria del parlamento. En un principio afirmó, que desconocía el problema, pero después reconoció que su oficina aceptó el donativo de un simpatizante de mucho tiempo, un surcoreano que reside en Kyoto, y ofreció sus disculpas. La ley de financiamiento político prohibe a los legisladores aceptar donaciones de extranjeros, La oposición pidió su renuncia.