Uruguay acabó en Arequipa con el mito de que la ‘garra charrúa’ se eclipsaba en la altura andina y selló una histórica campaña en el Campeonato Sudamericano Sub’20 que, además de pintar de celeste la clasificación olímpica y mundialista, la ha dejado a un paso del título del torneo.
En los casi 2.600 metros sobre el nivel del mar de Arequipa, los uruguayos apelaron ayer a todas sus armas para derrotar en un partido intenso a Argentina y alcanzar, después de 84 años, el boleto a una cita olímpica.
La victoria, con una anotación del centrocampista Matías Vecino, permitió ver a un Uruguay en plena forma física y pródigo en el despliegue, a contramano de la tradicional opinión de que los jugadores del llano son presas fáciles de la falta de oxigenación en los Andes.
Esta opinión, certificada en varios casos por médicos reconocidos, en su momento llevó a la FIFA a prohibir la disputa de partidos en ciudades de gran altitud, algo que afectó principalmente a plazas de Bolivia y Perú.
Sin embargo, el desempeño de Uruguay en el torneo Sub’20, que afrontó desde la fase de grupos, y a lo largo de casi un mes, en Arequipa, ha dejado en claro que una buena condición física permite superar los innegables rigores de la altitud.
Las selecciones que han participado en el hexagonal final, incluidas Brasil y Argentina, han mostrado en líneas generales un buen poder de recuperación, aunque Colombia fue la única que se declaró víctima de los estragos del cambio de sede, al pasar de Tacna, a unos 1.100 metros, hasta Arequipa.
En la altura andina de Perú el llamado ‘soroche’ (mal de altura) produce dificultades para respirar, fuertes dolores de cabeza, vómitos y malestar general.
Ninguno de estos males afectó a los jóvenes jugadores uruguayos, que solo se concentraron en el objetivo de asegurar su presencia en Londres 2012.
Su seleccionador, Juan Verzeri, fue enfático al señalar que su grupo «entró en la historia», ya que los uruguayos habían acudido, y ganado las medallas de oro, en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928.
Verzeri dejó en claro, además, que su ambición es grande y pasa por derrotar a Brasil el sábado próximo para quedarse con el título sudamericano Sub’20, que la Celeste ha ganado en siete ocasiones, pero no obtiene desde 1981.
En medio de la justificada euforia de los ‘charrúas’, queda claro que Uruguay ha seguido un camino futbolístico ascendente y ha demostrado la suficiente consistencia para ganar los partidos decisivos.
Los uruguayos clasificaron al hexagonal final del Sub’20 como terceros del Grupo A, por detrás de Argentina y Chile, con cuatro puntos, gracias a un triunfo sobre los chilenos (4-0) y un empate con Venezuela (1-1).
En esa primera fase, de desempeño irregular, cayeron por 1-2 ante Argentina y por 0-2 ante Perú.
Pero ya en el hexagonal final, Verzeri ofreció preparar a su equipo para llegar «a lo máximo», un objetivo que comenzó a cumplirse con un triunfo por 1-0 ante Colombia, al que le siguió un empate de 1-1 frente a Ecuador.
Luego llegó una victoria por 1-0 sobre Chile y la histórica victoria de ayer, con el mismo marcador, sobre Argentina.
Con diez puntos de doce posibles, los ‘charrúas’ lideran el Sub’20 y le han quitado protagonismo a Brasil, que tiene nueve, y con el que definirán el título del torneo el sábado próximo.
Y aunque no han sido pródigos en anotaciones, los uruguayos han demostrado que tienen alternativas en ofensiva: en la gran técnica para ejecutar tiros libres de Adrián Luna, en la potencia de Pablo Cepellini y Diego Polenta, y en la ambición ofensiva de Matías Vecino, que en su primera participación con la Celeste ya se metió en la historia del fútbol uruguayo. EFE