Un hombre de procedencia humilde vivió uno de los momentos más difíciles de su vida, cuando al tomar un taxi que lo dirija a su casa, ubicada en un barrio al sur de la urbe porteña, fue víctima de un intento de secuestro, del que pudo huir, gracias a su rapidez al saltar del auto cuando estaba en movimiento.
Ángel Damian Soria, al vivir este hecho quiso denunciarlo a los entes de seguridad sin tener respuesta, por lo que se dirigió a la Fiscalía, en donde el funcionario de turno le explicó que si no era un hecho consumado no habría razón de denunciarlo.