Cabezazo histórico

Ecuador dio el batacazo del Sudamericano Sub 20, al conquistar un triunfo histórico ante Argentina.
El debut de la Tri en el hexagonal sacudió el ‘Juventudes de América’, Nadie imaginaba una derrota de los albicelestes, tras la marcada irregularidad exhibida por el equipo que comanda el irrascible Sixto Vizuete.
Un cabezazo mortífero de Edson Montaño al cierre de la primera fracción, fue el principio del fin para el combinado que dirige Walter Perazzo, que lucía sin brújula y apelaba al pelotazo cruzado, como única fórmula para lastimar a la defensa ecuatoriana, inundada de desconcentraciones, que llevaron ráfagas de susto al marco del eficiente golero Jhon Jaramillo, que ahogó las intenciones de los atacantes rioplatenses. Fue un primer tiempo trabado, bronco, con amagues ofensivos de Walter Chalá y Montaño y del volante Michel Hoyos, que voló tres tiros sobre el horizontal del pórtico nacional. Por eso, el gol  de Montaño fue especial y terminó siendo letal.
El complemento  giró en el tono esperado. Argentina cambió el atropello por el orden y el trámite se tornó convulsivo. En ese lapso, los albicelestes encontraron un penal, que Sergio Araujo, lanzó por sobre el travesaño, matando las ilusiones del cuadro gaucho, que terminó arrodillado por el esfuerzo, no sin antes pasar otra pesadilla, cuando Cazares, limpió a la defensa y al arquero Andrada en un veloz contragolpe y con arco abierto estrelló la pelota en la raíz del palo derecho. Fue un milagro que la pelota no entrara.
El final fue emotivo. Los abrazos se repitieron sin cansancio en el gramado del estadio de Arequipa, una ciudad de altura que favorece los planes del once ecuatoriano que se preparó en los 2.850 metros de Quito. Vizuete irradió felicidad y no le faltaba razón. Acababa de escribir una página histórica en el balompié nacional. Habían batido a uno de los monstruos del fútbol sudamericano, al que nunca le habíamos faltado el respeto en el ‘Juventudes de América’. Fue una victoria espectacular, nadie lo puede desconocer. Pero Sixto tendrá que entender, que de ninguna manera el memorable triunfo justifica sus aires de prepotencia y de revancha, hacia el sector de la crítica, que no aprobó los planteamientos errados en la fase eliminatoria. No vaya a pensar el ‘Príncipe de Guaytacama’ que su dibujo táctico fue el responsable de la victoria ante Argentina. En verdad, el equipo sigue mostrando fragilidad, boquetes en el fondo, carencia en el traslado, potencia y puntería en la definición. Hay que decir, y en honor a la verdad, que una inspiración de Edson Montaño, un goleador que pinta para crack, nos salvó la vida en el momento oportuno. El triunfo le regaló aire y tranquilidad a Vizuete, que montado en el caballo de la soberbia, se paseó con aires de Faraón en los vestuarios del estadio peruano. Este equipo está para más y es su obligación sacarle provecho.
   
Por: Raúl Cruz Molina