El once del ‘Toro’ Bustos debuta hoy en el repechaje de la Copa. Ayer entrenó en el Complejo de San Lorenzo de Almagro. Arde Avellaneda.
Desde aquel lejano 26 de febrero de 1965, cuando Boca Juniors le propinó una paliza de 4 a 0, los azulgranas no habían pisado Buenos Aires para jugar un encuentro válido por la Libertadores de América. Aquella fue la primera salida de los azulgranas en el máximo evento de clubes en esta parte del mundo. Esa fue una dolorosa experiencia en el arranque de las excursiones coperas. Apenas un punto pudo rescatar de una complicada llave en la que intervino además, el campeón boliviano The Strongest. Era el corajudo once, que lideraba el inolvidable Ernesto ‘Trompudo’ Guerra y que apuntalaban el ‘Negro Juan Ruales, ‘Pajarito’ Charpantier, el ‘Chivo’ Mario Galárraga, Gustavo Guerrero, Kléber Ordóñez y Edison Paucar. Era un equipo bisoño, que se arrodilló ante el juego sólido y ganador del Boca de Antonio Rattin. ‘El Rata’, uno de los más grandes caudillos que ha tenido el cuadro zeneize en toda su pródiga historia. En esa plantilla estaban además, Silvio Marzolini, Alfredo ‘Tanque’ Rojas, Rojitas y el ‘Tano’ Roma. Un equipazo que recién entregó las armas en la fase semifinal, después de tres inolvidables batallas ante Independiente de Avellaneda, que por esos años navegaba en la cresta de la ola y se acreditaba el bicampeonato de la Libertadores, con jugadores de la talla de ‘Hacha Brava’ Navarro, Miguel Angel Santoro, el ‘Chivo’ Ricardo Elbio Pavoni, Raúl Emilio ‘El Loco’ Bernao, Osvaldo Mura. Raúl Emilo Savoy y el goleador de ese campeonato, Mario ‘Yaya’ Rodríguez.
Ha corrido mucha agua bajo el puente en estas casi cuatro décadas, que encierran las siete intervenciones coperas del Deportivo Quito. No ha caminado con suerte. Apenas una vez atravesó la primera ronda. En las restantes, el fracaso fue el signo de su endeble tarea en el plano internacional.
Ahora, el objetivo tiene otros visos. Por esa razón, la cúpula directriz que conduce el economista Fernando Mantilla, ha realizado ingentes inversiones para formar una nómina de primera categoría, que peleé con el ‘cuchillo entre los dientes’, la posibilidad de avanzar. Pero para perseguir este objetivo, es preciso remontar esta llave, ante el flamante campeón de la Sudamericana.
Es cierto que Independiente, ya no tiene ni el plantel ni la mística de aquel equipo que sigue manteniendo la marca más ganadora del Continente. No tiene esa estela de cracks, pero el hambre de gloria ha revivido de la mano del técnico Antonio Mohamed. ‘El Turco’ ha caldeado el partido con el anuncio de goleada. Es una dura prueba para medir la casta y el honor ‘chulla’.
Por: Raúl Cruz Molina