Vie. Nov 22nd, 2024

Al menos 17 muertos y 106 desaparecidos es el saldo provisional de la peor tragedia ocurrida en Colombia esta temporada de lluvias al sepultar un gigantesco alud de tierra una barriada de la localidad de Bello, mientras persisten las precipitaciones y los damnificados en el país superan los 1,6 millones.

En un principio se habló de unos 145 sepultados, pero Óscar Andrés Pérez, alcalde del municipio de Bello y donde ocurrió la tragedia, precisó hoy a los periodistas que son 123, entre los que están los 17 fallecidos ya rescatados.

Los cuerpos de esas víctimas mortales, entre las que hay varios niños, se han ido recuperando paulatinamente desde que se produjo el derrumbe en la tarde del domingo en la barriada La Gabriela de Bello, cercana a Medellín, capital del departamento de Antioquia (noroeste).

«La casa mía la destruyó. Fue como una explosión inmensa», relató Óscar Torres, quien había salido a comprar comida con su esposa y sus hijas minutos antes del derrumbe. Torres colaboró en las tareas de rescate para encontrar a su hijo, sepultado por el alud mientras jugaba un partido de fútbol.

Hay «mucha tierra» en la zona y eso complica la recuperación de los cadáveres, admitió Torres, mientras en el lugar de la tragedia, la mayoría de los que participan en los trabajos de rescate son vecinos de la zona, quienes se quejan de la escasez de personal profesional.

Esas denuncias contrastan con la información dada por el gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, quien afirmó que hay unas 700 personas, entre voluntarios de la Cruz Roja y miembros de la Policía y el Ejército, participando en las labores de rescate.

Según el alcalde de Bello, el alud se produjo por una «saturación de agua» en la zona, producto de las fuertes lluvias que caen en todo el país desde hace semanas, las peores de los últimos 40 años.

La ladera afectada por el derrumbe, que se llevó por delante a entre 35 y 40 viviendas, estaba en alto riesgo desde hace varios días e incluso se había ordenado a sus habitantes que evacuaran el lugar, anotó el alcalde.

Mientras, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien asiste hoy en Nueva York a la asamblea anual de los Estados parte de la Corte Penal Internacional (CPI), prevé buscar allí más ayudas para las emergencias que están causando las lluvias en todo el país.

En su último informe, la Dirección del Riesgo, dependiente del Ministerio del Interior y de Justicia, precisó hoy que a causa de las lluvias han muerto por ahora en Colombia 194 personas, 248 están heridas y 143 desaparecidas.

En total hay 1,6 millones de damnificados que integran 330.429 familias de 28 de los 32 departamentos colombianos afectados por la peor temporada de lluvias de las últimas décadas en Colombia, agregó el Gobierno.

El Gobierno estudia mientras tanto la posibilidad de decretar el estado de excepción para captar recursos económicos extras y poder atender la emergencia.

Desde el pasado 25 de noviembre, cuando el Gobierno pidió apoyo a la comunidad internacional, países como España, Brasil, Venezuela y Chile han anunciado donaciones y envíos de ayuda humanitaria, al igual que organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Y es que la situación es crítica en muchos municipios, especialmente en departamentos como Atlántico y Bolívar (norte), donde cientos de miles de personas llevan semanas sobreviviendo entre las aguas.

Los derrumbes, inundaciones y desbordamientos de ríos asociados a las fuertes lluvias, provocadas por el fenómeno La Niña, mantienen además varias carreteras cortadas y han afectado al suministro de agua potable en medio millar de municipios.

De acuerdo con el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, las pérdidas globales por esta catástrofe natural podrían ascender a dos billones de pesos (más de mil millones de dólares).

Por su parte, el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, advirtió en Caracol Radio de un «inevitable» aumento de los precios de los alimentos a causa de los daños a las cosechas, ya que son cerca de 180 mil las hectáreas de cultivos anegadas, de los que un 35 por ciento se ha perdido.

La tragedia humanitaria, que no tiene precedentes en Colombia, podría dejar unos dos millones de damnificados, que equivalen al 4,3 por ciento de la población, alertó el propio presidente Santos. EFE