Sáb. Nov 23rd, 2024

Parte de los soldados del Ejército que el domingo ayudaron a ocupar un conjunto de favelas de Río de Janiero, que eran controladas por el narcotráfico, permanecerá en el lugar entre seis y siete meses, anunció hoy el gobernador Sergio Cabral.

El gobernador de Río de Janeiro dijo a periodistas que acordó con el ministro de Defensa, Nelson Jobim, que esos militares ayuden a garantizar el orden público en las favelas de las que fueron expulsados los narcotraficantes hasta que pueda instalar un puesto policial permanente con un número suficiente de agentes.

Agregó que la instalación de las llamadas Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en las favelas de Vila Cruzeiro y del Complexo do Alemao dependerá de la formación de una nueva promoción de agentes de policía, lo que puede demorar entre seis y siete meses.

«La reconquista de los territorios tanto en la Vila Cruzeiro como en el Alemao ya fue garantizada y ahora tenemos que dar los próximos pasos. Este es un proceso en el que no vamos a dormir en los laureles de las conquistas de ayer», afirmó Cabral.

El funcionario agregó que otros desafíos para las próximas semanas y meses son «la reconquista de los territorios que aún están ocupados por el poder paralelo», al indicar que otras favelas en poder de pistoleros serán ocupadas.

Según Cabral, las operaciones serán extendidas, en fechas aún por decidir, a las favelas de Rocinha y Vidigal, que también son importantes fortines del narcotráfico.

La participación militar en los operativos, aprobada por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, fue determinante para que la policía del estado de Río de Janeiro pudiera tomarse favelas en las que los narcotraficantes dominaron por cerca de tres décadas y que habían convertido en fortines de la criminalidad.

Inicialmente las Fuerzas Armadas ofrecieron blindados de transporte de tropa de la Marina que permitieron la ocupación el pasado jueves de Vila Cruzeiro, de donde unos 200 pistoleros huyeron hacia el Complexo do Alemao.

En las operaciones del domingo en el Complexo do Alemao, un conjunto que reúne a unas 15 barriadas pobres en la zona norte de Río de Janeiro, participaron 800 soldados del Ejército, tres helicópteros artillados de la Fuerza Aérea y casi dos decenas de blindados del Ejército y de la Marina.

La ocupación de las favelas, considerada hoy por Lula como el primer paso en una lucha contra el crimen organizado en Río que el Gobierno está dispuesto a vencer, permitió el arresto de 20 supuestos narcotraficantes y el decomiso de 40 toneladas de drogas y de 50 fusiles, según el último balance de la Secretaría de Seguridad Pública.

Los pistoleros abandonaron sus armas y prácticamente no ofrecieron resistencia a la acción policial por lo que se teme que estén escondidos en algunas de las viviendas o hayan conseguido burlar el cerco tendido desde el jueves por las autoridades.

Por esa razón, la policía pretende revisar una por una las cerca de 26 mil viviendas del Complexo do Alemao.

La ocupación de las favelas fue una reacción de las autoridades a una serie de ataques criminales que dejó en la última semana 106 vehículos incendiados, mientras que al menos 36 personas murieron en la respuesta policial. EFE