Una operación lanzada hoy por personal de la Marina mexicana en Apodaca, en el norteño estado de Nuevo León, dejó un saldo de seis policías y cuatro presuntos sicarios detenidos, así como tres civiles heridos, informaron fuentes municipales.
Además, las organizaciones criminales sembraron el caos con varios bloqueos en calles y carreteras de Apodaca, Guadalupe, Escobedo, San Nicolás y Monterrey, capital del estado norteño de Nuevo León después de la operación.
Todo comenzó al mediodía cuando personal militar acudió a registrar una vivienda ubicada en la colonia Valle de los Virreyes del municipio de Apodaca, al este de la zona metropolitana de Monterrey, y fueron recibidos a tiros.
A los disparos siguió una persecución que sembró el pánico en la zona, también en la parroquia del Cristo Buen Pastor, donde se celebraba una misa, confirmó su párroco.
En la zona quedaron heridos dos mujeres y un hombre que se desplazaba en un vehículo por el lugar.
Los marinos consiguieron detener a tres patrullas de la policía de Apodaca, supuestamente encagadas de vigilar la casa donde había miembros de una organizacino criminal.
Tras los hechos, integrantes del crimen organizado comenzaron a robar autobuses de trasporte urbano, camiones y automóviles para cruzarlos en la zona y bloquearse avenidas y carreteras de Monterrey y de su zona metropolitana.
El estado mexicano de Nuevo León registra desde marzo una serie de enfrentamientos entre organizaciones criminales rivales y de éstas contra militares que han dejado hasta ahora unos 350 muertos.
Esa cifra se suma a los más de 10.000 registrados en todo México en lo que va de 2010, según recuentos periodísticos, y a los cerca de 30.000 a que apuntan las cifras oficiales desde el 1 de diciembre de 2006, cuando asumió el poder el presidente Felipe Calderón y lanzó una ofensiva contra las organizaciones criminales. EFE