Sáb. Nov 23rd, 2024

La policía brasileña arrestó hoy a 12 personas acusadas de integrar una organización internacional que cobraba entre 10 y 15 mil dólares por enviar emigrantes ilegales a EE.UU. con documentos falsos.

La banda era investigada tanto por tráfico internacional de personas como por secuestrar en Estados Unidos a los propios emigrantes que introducía ilegalmente en ese país para cobrarle rescates a sus familiares en Brasil, según un comunicado de la Policía Federal brasileña.

El grupo fue desmontado mediante una operación realizada simultáneamente este jueves en los estados brasileños de Minas Gerais y Espíritu Santo y en la que fueron allanados 38 diferentes locales utilizados por los miembros de la organización.

La operación contó con la colaboración de autoridades estadounidenses, según un comunicado divulgado por el consulado de Estados Unidos en Río de Janeiro.

«Esta es una demostración de nuestro compromiso con nuestros socios de la justicia brasileña», afirmó Phil Gunn, el agregado del Departamento de Seguridad Interna de los Estados Unidos en la embajada en Brasilia, citado en la nota.

Diez de los doce presos fueron arrestados en Governador Valadares, una ciudad en el estado de Minas Gerais famosa por ser una de las que más tiene pobladores viviendo en Estados Unidos.

Del total de arrestados, diez tienen antecedentes policiales por falsificación de documentos.

Según el comunicado de la Policía Federal, siete de las personas arrestadas actuaban como «cónsules», es decir que se encargaban de organizar los viajes y negociar el pago de los emigrantes, y los otros cinco se encargaban de falsificar los documentos, principalmente pasaportes.

La banda comenzó a ser investigada en julio pasado, cuando la Policía Federal detuvo en el estado de Espíritu Santo a una persona acusada de liderar una banda que falsificaba documentos para facilitar el viaje de emigrantes ilegales a Estados Unidos.

Ese preso, apenas identificado como J.C., residía en Guatemala y en México, desde donde supuestamente comandaba las operaciones, que incluían el secuestro de los emigrantes en Estados Unidos para cobrarle rescates a los familiares.

«Los viajes partían de Brasil y se dirigían inicialmente a Guatemala, en donde coyotes de J.C. guiaban a los clientes en la travesía por México hasta cruzar la frontera con Estados Unidos», según el comunicado del consultado de Estados Unidos.

«Pero la jornada no terminaba allí debido a que muchas veces otras personas, también al servicios de J.C., secuestraban a los brasileños en Texas, mientras el líder le exigía a sus familiares nuevos pagos, éstos de hasta 10 mil dólares», agrega la nota.

Según el comunicado, los coyotes llegaban a torturar a sus víctimas y a amenazarlas con mutilaciones para presionar el pago de los rescates. EFE