Miembros del cartel del Golfo intentaron rescatar a Ezequiel Cárdenas, alias «Tony Tormenta», desde vehículos en movimiento y con francotiradores en los edificios cercanos, durante el operativo de la Marina el pasado viernes en el que murió el capo, informaron hoy fuentes oficiales.
Según el portavoz de la Marina, el contraalmirante José Luis Vergara, el enfrentamiento en la ciudad de Matamoros (ubicada a orillas del Golfo de México y fronteriza con Texas) con la escolta del capo duró casi tres horas e involucró armas de fuego y granadas.
A su vez, los sicarios del cartel intentaban romper el cerco de seguridad para rescatar a su líder.
Vergara reveló que una llamada anónima desató el viernes la cacería contra la cabeza del cartel del Golfo, una de las organizaciones criminales más longevas y peligrosas del país, responsable en parte de la cruenta oleada de violencia que vive México actualmente.
La Marina recibió el reporte de un enfrentamiento armado en la ciudad, por lo que se dirigió a los lugares indicados en la denuncia anónima. Posteriormente comenzaron a «circular versiones» de la presencia del líder narcotraficante, indicó Vergara, sin dar más detalles.
El capo fue localizado en un domicilio protegido por cuatro escoltas, con lo que la Marina diseñó un dispositivo de asalto y seguridad compuesto por 660 hombres, tres helicópteros y diecisiete vehículos.
El tiroteo se inició sobre las 15.00 hora local aproximadamente (21.00 GMT) y se prolongó hasta pasadas las 17.35 hora local (23.35 GMT), cuando Ezequiel Cárdenas fue abatido por los disparos de la Marina.
En el operativo fallecieron tres marinos y los cuatro sicarios que protegían a «Tony Tormenta». Además murieron en otro incidente cerca al área un militar y un periodista, éste por disparos de la Marina, según medios locales.
En el operativo fueron detenidas dos personas, una de ellas el hombre de confianza de «Tony Tormenta».
El capo tenía sobre su cabeza una recompensa de cinco millones de dólares ofrecida por las autoridades de EE.UU. que lo reclamaban por tráfico de cocaína y marihuana, y otra por la mitad de esa cantidad a cuenta del Gobierno mexicano.
Ezequiel Cárdenas era hermano de Osiel Cárdenas Guillén, quien lideró el cartel hasta su detención en 2003; tras ello el mando de la organización recayó en «Tony Tormenta» y Eduardo Costilla «El Coss».
La Marina había seguido el rastro del líder del cartel del Golfo desde finales de marzo y fue recabando datos sobre el paradero de éste, aunque el capo, quien gozaba de protección de policías y funcionarios estatales, según investigaciones periodísticas, logró escapar en varias ocasiones de los operativos para capturarlo.
El 1 de noviembre se recibió una pista más certera sobre el paradero del narcotraficante, pero éste también pudo evitar a las fuerzas armadas. EFE