El sicariato continúa cobrando más víctimas en el país. El último domingo, los moradores del sector El Fortín, al norte de Guayaquil, se alarmaron cuando escucharon una ráfaga de disparos efectuada por varios sujetos en contra de un grupo de siete jovenes.
En la balacera murió Julio Flores (24), quien según sus familiares, estaba fuera de su casa conversando, en compañía de su hermano y cinco amigos. Al lugar llegaron varios sujetos a bordo de un vehículo, y tras descender del automotor, dispararon en contra de todos los ciudadanos.
Dos jovenes resultaron heridos, mientras que los demás lograron escapar de las balas. Familiares del occiso desconocen las causas del hecho, pues no le conocían enemigos.
