Dos mineros bolivianos murieron en las últimas horas en minas del departamento de Potosí (sur), uno de ellos aplastado por su carga y otro intoxicado con monóxido de carbono, informó hoy el Comando de la Policía potosina.
El minero de 17 años Raúl Reynaga Vargas murió en la madrugada de hoy al inhalar monóxido de carbono en una galería del Cerro Rico de Potosí, el famoso yacimiento explotado desde hace cinco siglos.
Otro minero, Armando Mamani (25), murió el lunes por «traumatismo masivo» en la mina San Andrés, a 20 kilómetros de la capital potosina, aplastado por una carga de minerales.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de la policía de Potosí, coronel Jorge Pozo, dijo a radio Erbol que ambos murieron por «problemas causados por falta de seguridad industrial».
El jefe policía departamental potosina, coronel Mario Hinojosa, agregó que en lo que va del mes son cuatro los mineros fallecidos por accidentes laborales.
Dirigentes de las cooperativas mineras señalaron esta semana a la prensa que en el Cerro Rico de Potosí murieron 21 obreros entre el 2009 y este año, mientras que otros datos indican que en 2008 se produjo medio centenar de accidentes que causaron muertes o lesiones de diversas gravedad a los trabajadores.
En los socavones de Potosí o de las minas de la región vecina de Oruro es habitual que los mineros perforen roca embozados solo con sus pañuelos sin máscaras antigases, atraviesan galerías con abarcas pisando agua tóxica, mientras adolescentes y niños trabajan con sus padres en las mismas condiciones de inseguridad. EFE