Existe un mito que sostiene que las damas de la tercera edad no sienten deseo sexual, mientras que los hombres continúan con lívido encendido.
La afirmación resulta ridícula para las mujeres que atraviesan esta etapa, quienes sostienen que el deseo sexual jamás se pierde.
El deseo, siempre está ahí, pero varios factores pueden llegar a opacarlo seriamente.
Una de los factores para que ellas se nieguen a tener relaciones radica en su pareja, pues a lo largo de la vida han ido acumulando resentimientos en su contra.
De otro lado, una mujer que tiene una relación sana y respetuosa, llega a edad avanzada sin perder el gusto por su pareja y tiene una vida sexual plancentera.
En esa etapa de la vida, las relaciones sexuales, se tornan más tranquilas y suaves. Se convierten en una demostración de amor asociada con la intimidad. Se basan en la calidad y no en la cantidad.