El presidente Rafael Correa, confesó hoy que en cierto momento en el que estaba atrapado en el Hospital de la Policía, rodeado de sublevados el pasado jueves, pensó que lo iban a asesinar.
«Sinceramente creía que no iba a salir vivo de ahí. Sentí pena por mi familia», dijo el presidente, en un encuentro con la prensa extranjera.
Correa relató que uno de los instantes de más temor fue cuando policías insurrectos derribaron la puerta de vídreo del ala donde estaba refugiado.
«Más que miedo era serenidad y tristeza, y un poco de incomprensión de cómo llegamos a este punto».
Posteriormente, cuando fuerzas leales sacaban a Correa del hospital y el grupo tuvo que replegarse dentro del edificio para protegerse del impacto de una bomba lacrimógena, el presidente pensó: «Ahora llegan los tipos y nos liquidan», según dijo.
Grabaciones de la radio patrulla divulgadas por la agencia pública Andes muestran que algunos de los sublevados instaron a matar a Correa.
Durante el encuentro con la prensa, el mandatario también dijo que no permitirá la formación de grupos paramilitares en su país y señaló que existe un núcleo de policías «sin límites y sin escrúpulos» que constituye «un peligro latente para la seguridad».
Correa dijo que ese grupo policial cuenta «con claros lazos políticos».
«Claramente detrás de esto está Sociedad Patriótica y los Gutiérrez», dijo el mandatario, en referencia al partido del ex presidente Lucio Gutiérrez.
Correa señaló que como en el caso del golpe de Estado en Honduras, grupos de oposición ecuatorianos reciben financiación de organizaciones «de extrema derecha» en Estados Unidos.
El presidente insistió, sin embargo, en que el Gobierno de Barack Obama «no tuvo nada que ver» con la sublevación.
Los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez; y de Bolivia, Evo Morales, han dicho que Estados Unidos estuvo detrás de la insurrección.
Por su parte, la Fiscalía confirmó hoy que la Policía ha detenido a cerca de 50 personas por su supuesta participación en la insurrección, que el Gobierno interpretó como un intento de golpe de Estado e intento de asesinato del presidente Correa.
La fuente dijo que la mayoría de los detenidos pertenece a la institución policial.
Asimismo, el ministro del Interior, Gustavo Jalkh, indicó telefónicamente que, según la Fiscalía, se trata de «una detención preventiva» de 24 horas y en función de la audiencia que se llevará a cabo hoy, «se determinarán otras medidas».
Apuntó que se han detenido a unos 46 policías por su presunta participación en los hechos.
La detención para investigaciones de los policías se suma la de Fidel Araujo, un cercano colaborador del ex presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez.
Araujo aparece en unas imágenes de televisión durante las primeras horas de la protesta de policías en el Regimiento Quito Número Uno del pasado jueves, que derivó luego en la sublevación. EFE