Varias historias desgarradoras han salido a la luz, tras la mantanza de 72 migrantes en México.
Algunas madres y esposas ecuatorianas, perdieron contacto con sus hijos o esposos, que salieron del país con la ayuda de cotoyeros.
No saben si viven o mueren y esta incertidumbre llega a ser una verdadera tortura. Las progenitoras, cierran los ojos e imaginan a sus vástagos pasando por las más grandes penurias y se llenan de un espantosa desolación.
Según algunos testimonios, los migrantes ilegales llegan a pagar alrededor de 20 mil dólares a los coyoteros, para que los lleven a cumplir el sueño americano. Durante la larga travesía, los viajeros se enfrentan a grandes peligros y corren el riesgo de morir.
¿Vale la pena perder la vida por ir en busca de unos cuantos dólares?. Definitivamente no.
El dinero que invierten en el inseguro viaje, bien podría servir para levantar un negocio dentro del país. Tal vez, las ganancias económicas no serán las mismas, pero gozaran del bien más preciado: la vida.
