Vie. Nov 22nd, 2024

Un hombre con aspecto de vagabundo, deambulaba ayer por el centro de la capital. Su mirada se perdía en el espacio y sus pisadas no le conducían a ningún lugar.
Una mujer lo observó y afirmó que se trataba de una persona que perdió todo por sumirse en el infame vicio de la droga.
“Que pena, ese señor tenía un negocio y una familia, pero el vicio le dejó sin nada”, señaló con tristeza, la mujer.
 Lo lamentable, no es sólo la pérdida económica, es el rechazo de una familia cansada de sufrir por alguien que no tiene ganas de salir del profundo hueco.
Tocar fondo, es más fácil de lo que parece. Ingresar al mundo de los vicios es una decisión personal. Nadie le pone una pistola para que lo haga, piense bien antes de caer. No permita que su vida se torne en una pesadilla de pobreza y soledad.
Si ya lo hizo, busque fuerza para salir del pozo. Aunque a veces sienta que perdió la batalla, siempre habrá una nueva oportunidad. No se deje vencer, recuerde que usted es el único respomsable de su destino.

Por adm