cantante en un funeral privado que se celebró en el cementerio Forest Lawn, en las colinas de Hollywood, previo al homenaje multitudinario que se celebró en el centro de Los Ángeles.
Tras el funeral íntimo, que finalizó sobre las 9h00, el féretro con el cuerpo de Jackson se transportó hasta el Staples Center, lugar designado para el homenaje público que le realizaron a partir de las 10h00.
Alrededor de un centenar de personas se acercaron hasta el sepelio íntimo que se realizó en el Hall of Liberty, donde se vio acceder a la madre de Jackson, Katherine, en compañía de los tres hijos del ahora eterno «Rey del pop».
El funeral, que estaba previsto iniciar a las 08.00, arrancó con algo más de 30 minutos de retraso, después de que la caravana de vehículos negros con cristales polarizados, llegara al camposanto sobre las 8h15.
La familia estuvo escoltada por un fuerte dispositivo policial en su trayecto por Los Ángeles, para evitar altercados e incluso se cortó el tráfico en las calles por donde transitó la caravana.
Alrededor de 3.200 agentes velaron la seguridad del homenaje público a Michael Jackson, el mayor despliegue de seguridad de la historia de la ciudad californiana.
El departamento de policía (LAPD, en inglés) mostró su preocupación por la marea humana que se provocaría. Sin embargo, los fans de Michael se portaron a la altura y el recorrido se llevó a cabo de la manera más organizada.
La prensa estadounidense informó que la gente nunca se aglomeró, por lo que todo fue perfecto.
Desde antes del amanecer miles de fans estaban en marcha para participar en la despedida del cantante o recordarlo en las calles.
Se estima que mil millones de personas siguieron la transmisión por televisión e Internet, en uno de los eventos más mediáticos de la historia. El ataúd de Michael tuvo un valor de 25 mil dólares. Fue elaborado en bronce sólido con un baño de oro de 14 quilates, pulido y enfundado en su interior con terciopelo azul.
LOS FANS
A medida que fue avanzando la mañana se fueron formando colas en las puertas del pabellón deportivo.
En los aledaños, algunos fans sin entrada, pasaron la noche con la intención de tomar posiciones para estar lo más cerca posible a la ceremonia, en la que estuvo presente el cuerpo de Jackson.
Otros querían honrar a Michael en comunidad, antes que desde el salón.
Miles de personas se desplazaron hasta lugares donde pasó el sepelio en vivo. Llevaron camisetas, atuendos típicos de su ídolo y pósters que recordaban al artista, considerado el «Rey del pop». Fue admirable ver cómo los admiradores de Jackson se plegaron a las avenidas. No les importaba si llovía. Acudieron con toda su artillería, llevaron desde sillas hasta paraguas. Lo despidieron en algarabía y con miles de sonrisas.
Emotiva despedida en el Staples Center
fah, entre otros, honraron la memoria de Michael Jackson en un emotivo homenaje al «Rey del pop», que se convirtió en un multitudinario funeral televisado en directo para todo el mundo.
El evento comenzó pasadas las 10h10 hora local de Los Ángeles, en el pabellón deportivo Staples Center que se llenó con más de 17.000 personas entre fans, familiares y amigos del artista.
El coreógrafo Kenny Ortega, quien entrena a la agrupación «High School Musical», diseñó una ceremonia solemne donde las ovaciones alternaron con silencios sepulcrales y que estuvo dominada por estrellas afroamericanas.
El cantante y productor musical Smokey Robinson fue el primero en tomar la palabra para leer unos mensajes enviados por Diana Ross y Nelson Mandela, poco antes de que un «coro de gospel» diera la bienvenida al féretro dorado que portaba el cuerpo del célebre artista.
El ataúd quedó situado a los pies del escenario y fuertemente iluminado, lo que lo hizo muy presente en la penumbra del pabellón.
Mariah Carey fue la encargada de la primera actuación e interpretó el tema de los Jackson Five, «I’ll Be There» junto con Trey Lorenz.
«Te echamos de menos», dijo con nostalgia a modo de despedida.
La actriz Queen Latifah, visiblemente emocionada, se sumó al homenaje en «nombre de los fans de todo el mundo» y aseguró que «Michael era la estrella más grande en la Tierra», lo que causó un aplauso espontáneo por parte de los miles de asistentes.
Lionel Richie se encargó de dar un tono más religioso con la canción «Jesus is Love» y el fundador de la Mowtown, Berry Gordon, logró poner en pie a los asistentes con un discurso en el que recordó los inicios de Jackson, a quien calificó de «el mayor artista que jamás ha vivido».
Un vídeo repasó durante varios minutos el legado audiovisual y musical del «Rey del pop» en el que se recordaron sus grandes éxitos discográficos para dar paso a Stevie Wonder.
«Este es un momento que desearía no haber vivido para ver», dijo apenado el veterano cantante que tocó con su piano el tema «Never Dreamed You’d Leave in Summer».
Los ídolos de Los Ángeles Lakers, Kobe Bryant y Magic Johnson evocaron la humanidad de Jackson y su entrega a las causas benéficas.
El homenaje a la memoria de Michael Jackson finalizó con la presencia de la familia del «Rey del pop» en el escenario del Staples Center, donde su hija Paris, de 11 años, rompió a llorar al recordar las bondades de su padre.
«Desde que he nacido mi papá ha sido el mejor padre que se puede imaginar y solo quiero decir que te quiero mucho», afirmó la hija de Jackson muy emocionada y arropada por los hermanos del Divo del pop.
Minutos antes los parientes del cantante se sumaron a otros artistas para la interpretación de dos temas clásicos de la carrera de Jackson, «We Are The World» y «Heal The World», para a continuación tomar el micrófono y dirigirse a la audiencia.
«Una parte de ti vivirá siempre en todos nosotros. Puede que ahora Michael te dejen tranquilo. Gracias por todas las sonrisas que pusiste en los corazones de tanta gente y por todo lo que hiciste por otros. Te quiero Michael y te echo de menos», dijo visiblemente afectado Marlon Jackson, uno de los hermanos del artista.
El grande del pop será recordado de por vida. Se fue deleitado por una lluvia de melodías. Por Belén Pacheco