Sáb. Nov 23rd, 2024

Susana, 45 años. Mi vida es un cúmulo de emociones, todas mis mañanas estan teñidas de magia y las tardes de orgullo. Cuando culminé mi carrera de licenciada, comprendí mi apego por la vida de los niños con capacidades diferentes. Desde ese momento inicie un proceso de estudio que me llevó a merecer el título de pedagoga. Hice un préstamo y con estos recursos cree mi centro infantil. Contrate a dos personas más, que como característica en común, debían tener mi sueño. Me siento muy agradecida con cada uno de los detalles que Dios me ha permitido vivir desde ese momento. No tengo hijos propios, no me he casado, pero no me siento estancada. Veo a mis hijos en cada uno de mis pequeños y siento el amor de pareja cada día cuando el abrazo agradecido de los padres de familia me llena de alegría. Tener un hijo con capacidades especiales es una bendición. Es lo que trato de inculcar a mis pequeños y en especial a la sociedad.
Mi Querida Susana:
Tu misión es única. El amor que entregas es un ejemplo a seguir.
Tu Amiga Karina