Tomás, 35 años. Soy mecánico profesional y trabajo en una de las empresas automotrices más importantes del país. Hace 9 años contraje matrimonio con una persona muy especial. A los pocos meses fuimos padres de unos gemilitos muy bellos. Son el motivo de lucha en mi vida. He trabajado muy duro y he conseguido comprar mi casa y mi carro propio. Pero todo esto no me da la felicidad que necesito. He caído en la cotidianidad, y siento que estoy lastimando a mi familia con las acciones que he iniciado. No me gusta llegar a la casa. Los fines de semana me dedico a beber. He lastimado con insultos a mi mujer y no paso tiempo con mis pequeños. La verdad no se que me pasa, estoy viviendo un momento realmente difícil, y lo peor es que no son ellos, soy yo el que no me siento bien. No quiero vivir mis días aburrido en la monotonía.
Quiero experimentar situaciones nuevas y volverme a enamorar de mi esposa con la misma fuerza que al principio.
Mi Querido Tomás:
Tu acitud es egoista. Recapacita.
Tu Amiga Karina