Roxana, 21 años. Soy la hija mayor de una familia cristiana de la ciudad de Ambato. Tengo dos hermanas menores. Mis padres son líderes de la congregación. Toda mi vida he sido fiel a mis convicciones. He participado como líder de jóvenes en varios eventos organizados por la iglesia. Hace un año y medio ingresé a la universidad. En ese lugar conocí otra realidad de la que había escuchado hablar, pero que mis padres por razones religiosas me apartaron. Las calles son un mundo aparte, en ellas el baile, las drogas, el licor y la misma gente son para mis padres, un peligro. Poco a poco me alejé de la iglesia y me adentré en el mundo. Conocí a un chico muy especial, me enamore perdidamente. Para mis padres estoy en pecado y se niegan rotundamente a aceptar la realidad. Pero si ellos siguen oponiéndose a mi relación, yo sin dudarlo saldré de mi hogar para formar una familia con la persona que amo y que me ha cambiado la vida.
Mi Querida Roxana:
Piensa bien las cosas. Para ser feliz procura ser tú , sinceramente.
Tu Amiga Karina