La cuenta de la red social Twitter del presidente ecuatoriano Rafael Correa(@MashiRafael), en la que tiene cerca de un millón y medio de seguidores, fue hackeada este jueves, según denunció el propio mandatario por esa vía.
“Hace algunas horas mi twitter fue hackeado, y aprovecharon para enviar falsos tw con las infamias de siempre. Demoré en aclararlo porque tuvimos que cambiar claves, etc. Aparentemente (los) ataques son de la extrema derecha de ciertos países extranjeros, en complicidad con inescrupulosos opositores nacionales. Otra muestra más de lo que tenemos que enfrentar cada día. ¡Venceremos!”, escribió el mandatario.
La invasión en la cuenta del mandatario se produjo en horas de la tarde y en ella se escribieron mensajes en contra del propio régimen y del ministro del Interior, José Serrano, al quien se calificaba de mafioso.
El gobierno del Ecuador ha denunciado públicamente y en reiteradas ocasiones que las comunicaciones de sus funcionarios están bajo permanente ataque. Una investigación de la Agencia Andes de 2013 ya reveló la existencia de una red internacional que interceptaba las comuncaciones del mandatario.
El propio jefe de Estado denunció el 28 de diciembre del año anterior que el recientemente condenado por calumnias y asambleísta opositor, Cléver Jiménez, y el también opositor Fernando Villavicencio estaban detrás del espionaje a las comunicaciones del presidente.
El hackeo y espionaje a través de las redes sociales es una práctica que ya varios países del mundo vienen denunciando, después de que el activista australiano Julian Assange, refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, y el exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), Edward Snowden, denunciaran estas filtraciones por parte del gobierno de los Estados Unidos.
Esta semana, un grupo de ciudadanos franceses interpuso una demanda en contra de las redes sociales Facebook, Twitter y Google con las que llevaba meses discutiendo para que retiraran una serie de cláusulas que considera abusivas, en particular sobre la gestión de datos personales.
Fuente: Andes