El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, asistió este viernes a la ceremonia de honras fúnebres al sargento de Policía Rodrigo Alquinga, quien falleció el pasado miércoles cuando enfrentó a dos presuntos delincuentes que asaltaban a un ciudadano en el centro norte de Quito.
Correa llegó hasta la iglesia de La Catedral, ubicada en el Centro Histórico, acompañado del ministro del Interior, José Serrano. El mandatario dio sus condolencias a los familiares de Alquinga, quienes se aferraron al mandatario y, en medio de las lágrimas, solicitaron justicia.
El sargento Alquinga, a quien sus amigos conocían como ‘La Máquna’, era comando del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) y contaba con preparación a nivel internacional. “Era un excelente profesional y muy preparado. Estuvo en un curso anti delincuencial en Colombia”, dijo uno de sus primos, quien pidió no ser identificado.
Alquinga falleció el miércoles en horas de la tarde cuando, según testigos, dos sujetos intentaban robarle 2.000 dólares a un ciudadano que opuso resistencia. Ante los gritos de exilio de la víctima, el policía de 43 años, atacó a los delincuentes pero en el enfrentamiento recibió un balazo a la altura del abdomen. El uniformado falleció en el hospital de la Policía, al que fue llevado tras los sucesos.
Uno de los presuntos delincuentes que fue dado de baja, registraba ya dos detenciones por robo en el 2011, de acuerdo a la información remitida por el ministro del Interior, José Serrano. Las autoridades ofrecen una recompensa de hasta 50.000 mil dólares por información que permita dar con el paradero del motociclista que huyó con el dinero.
Después de la ceremocia, Alquinga será llevado al camposanto Monteolivo.
Fuente: Andes