No te espantes. La mayoría lo hace alguna vez. El asunto es si lo aceptas, o si es un hábito que terminará con la relación. Te damos las pautas para evaluarlo. La pornografía es esencialmente un elemento de incitación sexual, una presentación de materiales de diverso tipo. Libros, películas, fotos, revistas, que buscan excitar por sí solas. Estas actividades que algunos los prefieren experimentar de distintas maneras, no te deben llevar a juzgarlo sin antes intentar compartir sus gustos y hablar del tema. Un experto recomienda, que la pareja en lugar de sentirse rechazada o preocupada, puede usar eso dándolo vuelta para interesarse en lo que su pareja está haciendo y de una manera lúdica comenzar a ver el fondo del asunto. Si no puedes con las imágenes, no intentes reprimirlo y mejor dale un espacio prudente para que la disfrute, cuando lo requiera, sin que esto afecte su intimidad. Explora tus sentidos.
