El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Defensoría del Pueblo de Ecuador lanzaron ayer una campaña para combatir la discriminación, que afecta a miles de personas en el país por su condición de refugiados, de afrodescendientes, por su identidad de género o su nivel económico.
El representante de Acnur en Ecuador, John Fredrikson y el defensor del Pueblo, Ramiro Rivadeneira, presentaron en una conferencia de prensa esta campaña, que tiene como lema
«Inspiras dignidad, respiramos igualdad», y aspira a crear conciencia en la sociedad y a involucrar a instituciones y colectivos en un conjunto de acciones encaminadas a erradicar la discriminación.
ACNUR Y DEFENSORÍA DEL PUEBLO LANZAN CAMPAÑA DE DIGNIDAD
«Lo más grave es que vemos la discriminación como algo normal», dijo el defensor del Pueblo, quien destacó que, a pesar de que en Ecuador existen leyes orientadas a erradicar las actitudes y comportamientos discriminatorios, todavía «falta institucionalidad» y hay «muchos cambios normativos» por hacer en este ámbito.
Más allá de las leyes y normas, la iniciativa pretende convertirse en un proceso para elevar la sensibilización social, ya que «numerosas personas viven el impacto y estigma de la discriminación» en el país andino, según un documento informativo sobre la campaña.
Uno de los sectores más afectados es el de los refugiados colombianos que se han desplazado a Ecuador a causa del conflicto que sufre su país.
Según Fredrikson, quien citó datos de un estudio elaborado en 2011 por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), cerca del 97 % de ellos mantiene una relación regular, buena o muy buena con sus vecinos y, sin embargo, la mayoría de ellos asegura que se siente discriminado por su nacionalidad, por su condición de refugiado, por ser mujer o por ser pobre.
Ante esa realidad, con esta campaña se pretende «inspirar la dignidad, en vez de contribuir, sin pensarlo a veces, a la discriminación», precisó el representante del Acnur.
El trabajo en el campo de la educación y las acciones de concienciación en las instituciones serán dos ejes de esta iniciativa, señalaron sus responsables, quienes citaron algunos ejemplos de discriminación.
Por ejemplo, personas afrodescendientes, incluso después de haberse naturalizado como ecuatorianos, siguen viviendo situaciones de discriminación, indicó Fredrikson.
También hay personas que «son violentadas» y, en ocasiones, «encuentran la muerte por su orientación sexual», señaló Rivadeneira, quien confesó que esta campaña es «un reto muy difícil», porque «tiene que cambiar la conciencia de la sociedad».
Los representantes de Acnur y de la Defensoría del Pueblo no precisaron el presupuesto de esta iniciativa ya que, según dijo Rivadeneira, aunque «habrá fondos para trabajar, no son los recursos económicos lo más importante», sino el hecho de que esta campaña «es un compromiso que va a permanecer en el tiempo». EFE