Una sala y cocina quedaron en cenizas en cuestión de segundos, durante un simulacro de incendio que el Cuerpo de Bomberos realizó para graficar los riesgos que acarrea una mala ubicación de adornos y luces navideñas. De esta forma, la institución alerta a la ciudadanía sobre la necesidad de poner cuidado, especialmente en esta temporada.
CONECTE CORRECTAMENTE LAS LUCES DEL ÁRBOL DE NAVIDAD
Personal del Cuerpo de Bomberos recreó dos ambientes debidamente preparados de una sala y una cocina, para observar lo que ocurre cuando existe una incorrecta instalación de pesebres y árboles navideños y qué puede suceder cuando ponemos a hervir la leche y esta se derrama.
Durante las celebraciones de Navidad y Fin de Año de 2012, el Municipio, a través del Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano de Quito, registró 400 incendios en viviendas ocasionados por causas eléctricas, el objetivo de este simulacro es conocer cómo se originan este tipo de accidentes y qué hacer cuando se presente un incidente de este tipo.
Éber Arroyo, comandante del Cuerpo de Bomberos, recalcó que las luces que adornan el árbol de Navidad o los nacimientos pueden ocasionar un gran incendio, si no se toman las precauciones necesarias.
En ese sentido, Arroyo señaló que “lo más importante es no colocar los juegos de luces conectando un enchufe encima del otro. Es decir, todo enchufe debe estar en un solo punto de electricidad o, en su defecto, se recomienda instalar una regleta pero esta debe servir únicamente para los juegos de luces. Si existen artefactos eléctricos adicionales como televisores o radios, estos deben estar conectados a otra regleta independiente”.
Para la realización de este simulacro se utilizó una sala ambientada para mostrar los efectos de un incendio eléctrico y la rapidez con que se propagan las llamas en una habitación, iniciando en el árbol navideño y continuando con las cortinas, artefactos eléctricos y demás enseres.
Otra situación que se ambientó es una cocina común y corriente y lo que sucede cuando la persona se descuida y se derrama la leche. En este caso se apaga la llama pero sigue fluyendo el gas, lo que podría provocar un incendio.
Otra de las recomendaciones es que no se coloquen velas cerca de los árboles y nacimientos, pues pueden convertirse en agentes combustibles que contaminen con fuego al musgo, cartones y árboles de plástico o naturales con que se confeccionan los arreglos navideños.
Además, es fundamental que cuando se produzca un incendio eléctrico se desconecte de inmediato la fuente de suministro de energía (breakers) y, sobre todo, que no se intente apagarlo con agua. Para ello es necesario utilizar un extintor de CO2 o de polvo químico de por lo menos 10 libras.
Finalmente es vital que en esta temporada, bajo ninguna circunstancia, se utilicen fuegos pirotécnicos pues son una amenaza inminente de quemaduras, mutilaciones y un sinnúmero de problemas adicionales que pueden afectar a las personas y a los bienes materiales.