Nigeria acabó con el sueño de México de revalidar el título universal y se convirtió en la primera selección tetracampeona mundial sub 17 al imponerse hoy en Abu Dabi al ‘tri’ por un contundente 3-0.
Las ‘águilas verdes’, que se coronaron en Emiratos Árabes Unidos por su mayor pegada y despliegue físico, demostraron que tienen un idilio con Asia, por cuanto sus tres títulos anteriores los lograron en China, Japón y Corea del Sur.
Fue un duro castigo para el conjunto de Raúl Gutiérrez, que, superior técnicamente, trabajó sin desmayo, pero no pudo con la velocidad de los africanos y con un marcador que muy pronto tuvo en contra. Además, los errores en una final se pagan caros y quedó demostrado en el estadio Mohammad Bin Zayed de Abu Dabi.
No comenzó nada mal México en un partido muy vivo. Pero Gutiérrez, que había advertido a sus pupilos del peligro de las contras nigerianas y les había pedido máxima concentración para frenarlas, comprobó cómo no conseguía evitarlo.
Tras un par de acciones en las que tuvo sendas oportunidades para adelantarse en el marcador, en un abrir y cerrar de ojos, con un error en la medular, los africanos desplegaron un contragolpe velocísimo que acabó en autogol de Aguirre cuando trataba de impedir el remate de Musa Yahaya.
Una magistral clase de fútbol
No habían pasado nada más que nueve minutos y todo se ponía en contra para el cuadro mexicano, que trataba de imponer su mejor fútbol, pero no le acompañaban la fluidez ni el acierto, porque además el meta Dele Alampasu estaba muy inspirado, como en un remate de cabeza de Ulises Jaimes.
El conjunto de Gutiérrez pareció perder la paciencia y el fuelle en los últimos minutos del primer periodo, en los que Nigeria pudo haber sentenciado la contienda, pero Taiwo Awoniyi mandó al lateral de la red casi sin ángulo cuando había rebasado al portero Raúl Gudiño (m.38); Yahaya se encontró con el larguero (m.40); y el arquero del ‘tri’ salvó dos remates seguidos de los africanos (43).
El descanso no modificó el panorama. Si cabe lo acentuó. México quiso y no pudo. Nigeria se manejó con orden atrás y velocidad vertiginosa cuando salía al ataque.
La final se puso imposible para el ‘tri’ con el 2-0, conseguido a los 55 minutos por Kelechi Iheanacho al aprovechar un rechace de Gudiño tras un disparo lejano del infatigable Muhammed.
Con esa ventaja tan importante, Nigeria, que en el primer partido de este Mundial había goleado a México por 6-1, se resguardó en su campo de forma más descarada para cerrar espacios y a la espera de salidas a la contra rápidas.
El seleccionador mexicano movió el banquillo en busca de soluciones, pero su equipo no las encontró ante unos rivales envalentonados, firmes en la contención y atrevidos cada vez que cruzaban el centro del campo.
Ochoa, no obstante, tuvo la ocasión para volver a soñar, pero su remate de cabeza se marchó ligeramente desviado. Por entonces quedaban trece minutos y se hubiera reabierto el partido. Pero ocurrió todo lo contrario justo después: Muhammed, con un preciso lanzamiento de falta, puso el 3-0 y con ello la guinda al cuarto título nigeriano.
El cuadro de Manu Garba demostró ser el mejor en la final y en un torneo en el que ha ganado con autoridad y contundencia a todos los rivales menos a Suecia (3-3), conjunto que a la postre acabó tercero tras derrotar a Argentina.
Todo un brillante logro para una Nigeria que no se coronaba campeón mundial sub 17 desde que venció a España en la tanda de penaltis de la final de Corea 2007 y que demostró una vez más su potencial en categorías menores.
– Ficha técnica:
3 – Nigeria: Alampasu, Muhammed, Abubakar, Bello, Idowu, Okon, Alfa (Ezeh, m.80), Iheanacho, Yahaya, Nwakali y Awoniyi.
0 – México: Gudiño, Aguirre, Wbias, Terán, Rodríguez, Rivas, Govea (Erich Hernández, m.68), Jaimes (Granados, m.60), Ochoa, Luis Hernández (Tovar, m.46) y Díaz.
Goles: 1-0, M.9: Aguirre, en propia meta. 2-0, M.56: Iheanacho. 3-0, M.81: Muhammed.
Árbitro: Craig Thomson (ESC). Amonestó a Rivas, Aguirre, Granados
Incidencias: Final del Mundial sub 17 disputada en el estadio Mohammad Bin Zayed de Abu Dabi, con nutrida representación de seguidores de ambos conjuntos. EFE