Pero más allá de este grupo cuyas canciones todavía hoy suenan en las radios de todo el mundo, el país cuenta con una serie de compositores y letristas de canciones que tienen gran éxito en el extranjero
Suecia, es el país que más música exporta per cápita.
En 2011, la industria de la música de esta nación de 9,5 millones de habitantes generó ganancias de más US$150 millones por concepto de exportaciones, según cifras de la industria.
El placer de cantar
Según Jorgen Eloffson, un compositor sueco que ha escrito temas para Westlife, Britney Spears y Kelly Clarkson, muchos de los cuales se convirtieron en éxitos, una de las razones es que Suecia es un país donde la música siempre está presente.
«El gran secreto es nuestra herencia y tradición. Somos un pueblo que canta, siempre cantamos en la iglesia, en la escuela, pero un piensa en los grandes éxitos porque a alguna gente le fue muy bien», le dice a la BBC.
«Todo contribuye: nos gusta la música, nos dejan hacer música en este país… A mucha gente le gusta cantar y uno no tiene que ser bueno para formar parte de un coro y disfrutar de él».
En opinión del académico Ola Johansson son varias las razones que explican el éxito se Suecia en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos y Reino Unido, en el ámbito de la música.
«El gran secreto es nuestra herencia y tradición. Somos un pueblo que canta, siempre cantamos en la iglesia, en la escuela, pero un piensa en los grandes éxitos porque a alguna gente le fue muy bien»
Una de ellas es que el mercado doméstico es pequeño si lo comparamos con países con un mayor número de habitantes, con lo cual los artistas que quieren hacer una carrera tienen un incentivo para mirar hacia afuera en busca de una audiencia internacional.
Y, por este mismo motivo, el número de veces que pueden ir de gira a algunas ciudades y seguir vendiendo boletas es limitado.
Otra razón, argumenta Ola es que Suecia es uno de los países europeos donde se habla mejor el inglés como segunda lengua.
Esto hace que muchos artistas suecos puedan escribir letras que parecen hechas por angloparlantes nativos.