27 familias del sector de Santa Rosa de Pomasqui, damnificadas por el aluvión que se produjo el 18 de octubre en esta zona, recibieron la mañana de este sábado 26 de octubre, de manos del alcalde Augusto Barrera, el dinero correspondiente al Bono de Ayuda Humanitaria por un valor de USD 477 cada familia; además se entregó alimentos, vituallas, bonos y kits escolares financiados con fondos de la Municipalidad, empresas privadas y personas que se solidarizaron con los habitantes de esta zona.
Cada una de las 27 familias damnificadas de la zona recibieron esta mañana un cheque USD 477 al 50% del salario mínimo vital durante tres meses hasta que se defina la situación de sus viviendas; la Fundación Patronato entregó 27 cocinetas, 40 mochilas para todos los niños de este barrio, 40 pelotas y 27 juegos de ollas; la Secretaría de Educación entregó 40 kits escolares, la corporación Ekos, La Favorita, la Empresa de Desarrollo Productivo, POFASA y entregaron bonos de compras; y los Centros Comerciales del Ahorro entregaron 30 kits de alimentos, de limpieza ropa zapatos y cobijas.
El alcalde Augusto Barrera indicó que hay tres causas para esta tragedia la primera tiene relación con la explotación riesgosa e irresponsable de las minas de la parte alta de esta zona y de otras de la parroquia de Pomasqui e indicó que con la Ministra de ambiente han conformado una comisión conjunta que identificó 6 zonas en las que se produjeron deslaves por el inadecuado cierre de las canteras que por muchos años operaron en estas zonas.
Barrera dijo otra de las causas es que en el barrio Santa Rosa se edificaron viviendas construidas casi en el cauce de la quebrada, por eso la lluvia pertinaz que cayó el 18 de octubre en la zona, más la tierra suelta provocó este deslave que afecto a 15 casas donde habitan cerca de 27 familias.
La Municipalidad efectúa un estudio para establecer que casas están es zonas de riesgo no mitigable (que no es posible su remediación o permanencia) cuyas familias tendrán que ser relocalizadas inevitablemente en los programas de vivienda social del Municipio de Quito y en otros casos el estudio determinará que las casas que ofrezcan absoluta seguridad sus ocupantes las familias no serán relocalizadas.
Indicó Barrera que por esta zona cruzará la prolongación de la Avenida Simón Bolívar que irá desde la Panamericana Norte y Simón Bolívar hasta el sector de la Marca en la Mitad del Mundo, esta será una vía de 6 carriles que servirán para todo el sector de Calderón, Pomasqui, San Antonio y parte de Calacalí; esto dará como resultado que todas las quebradas de esta zona tengan un cauce adecuado y que cuenten con nuevos colectores.
Dijo que es necesario que los dueños de las canteras que han operado por muchos años hagan el cierre técnico de estas que ya no están operando y de no ser así se les seguirá un juicio para que paguen el gasto que demanda el cierre técnico de estas canteras.
Barrera dijo que la limpieza de las vías, del lodo acumulado en las casas, la limpieza de sumideros, de la zanja de drenaje en la quebrada y los estudios de relocalización la entrega de ayudas humanitarias y entrega de alimentos, vituallas y la entrega de ayudas humanitarias las hace el Municipio al igual que la relocalización de familias que están en zonas de riesgo no mitigable. Dijo que desde que produjo esta desgracia el Municipio con todos sus equipos están en esta zona y no se irán de aquí hasta que todo quede en orden y las familias estén tranquilas y sin peligro.
Ricardo Peñaherrera Director de Riesgos del MDMQ indicó que desde el momento que se presentó este aluvión el Centro de Operaciones de Emergencia, COE, despachó toda la ayuda a través de maquinaria de la EPMAPS, EPMMOP, EMASEO, Policía Metropolitana y lo que se ha hecho hasta el momento es limpiar todas las vías principales y secundarias, las casas afectadas y el cauce de la quebrada.
Un dato destacable es que hasta este viernes 25 de octubre se efectuaron 680 viajes en las volquetas de gran capacidad, esto quiere decir que se han recogido 6500 m3 de escombros y tierra y se continuará con esta recolección de materiales.
Las vías están totalmente abiertas al tráfico vehicular y se realiza el estudio para definir cuáles son las propiedades que están en zona de riesgo no mitigable y deben ser reubicadas y finalmente se definirá las casas que pueden ser reparadas.