Gloria Estefan regresa al panorama musical internacional con una apuesta muy personal y «nostálgica», que define como el disco ideal para escuchar, por ejemplo, mientras se cocina o se decora el árbol de Navidad en el calor del hogar, ahora que el suyo se ha visto incrementado con su primer nieto.
«The standards» (Sony Music), que se estrenó en septiembre en América, llega hoy a los mercados europeos, incluido el español, con una colección de clásicos que ya eran viejos cuando la artista los escuchaba de niña y se emocionaba con ellos, transportada por sus ropajes orquestales y sus violines.
«Queríamos mantener ese espíritu de tranquilidad, de sensualidad, de intimidad… Sería un disco muy lindo para Navidad«, ha dicho hoy a Efe en Madrid la artista de origen cubano, que en su vigésimo séptimo álbum ha realizado colaboraciones con Laura Pausini y Carole King, uno de sus iconos de toda la vida.
En «The standards», coproducido junto a Emilio Estefan y Shelly Berg, reúne canciones míticas compuestas entre los años 20 y los 50, como «The way you look tonight», «What a wonderful world» o «They cant’ take away from me», interpretadas previamente por figuras igualmente grandes como Billie Holiday, Tony Bennett o Ella Fitzgerald.
Elegidas entre medio centenar de posibilidades, se trata de temas muy vinculados a su propia vida, como «What a difference a day makes», la primera que cantó con la Miami Sound Machine, cuando conoció a su marido, Emilio Estefan, «un 25 de octubre de 1975».
En su boda, en 1978, sonaría «El día que me quieras» en la voz de Roberto Carlos, y ese tema compuesto por Carlos Gardel aparece también en el repertorio de «The standards», interpretada en español y en una versión en inglés titulada «The day you say you love me», escrita por ella.
Por su marido hizo, 35 años después, una sentida interpretación de «I’ve grown accustomed to his face», que sacó las lágrimas de los músicos que la acompañaron en vivo durante los cuatro días que duró la grabación, dejando allí plasmada su especial sensibilidad y su «sabor latino».
Aunque no se ha limitado al cancionero estadounidense (aquí ha recogido otras joyas como la sensual «Eu sei que vou te amar», de Vinícius de Moraes y Antonio Carlos Jobim), este proyecto le llevará probablemente a un futuro disco de «standards» de la tradición latinoamericana, como «Sabor a mí» y «Tú me acostumbraste», que cantó la noche en que conoció a Emilio y le «cambió la vida».
Ese será probablemente uno de los momentos destacados del musical sobre su vida que prepara junto a Alex Dinelaris, autor del libreto, que podría estar listo para enero y abarcaría su llegada a EE.UU. desde Cuba y el terrible accidente de tráfico que la dejó postrada en una silla de ruedas hasta que se puso de nuevo en pie.
Criada entre dos mundos, se declara «miamense» más que estadounidense, un lugar único -dice- que le dejó crecer con todo lo cubano que su familia se llevó y «replantó» allí, esperando regresar algún día a la isla.
Estefan mantiene la esperanza de «cantar en una Cuba libre» y, aunque no dejaría ya su actual hogar, afirma que estará disponible para todo lo que necesiten de ella sus compatriotas en una transición a la democracia y al mundo moderno.
«Ahora hay más personas viajando, pero sigue la misma lucha por la comida. También se sienten más abiertos en poder hablar, porque ya no hay forma de contener esto. El Gobierno está viejito y no tienen los mismos dientes», advierte la cantante, que lamenta los gestos de «represión» del régimen cubano. EFE